Finalmente !
Este es el Cabernet Sauvignon.
Si todo va bien (otra vez), este será para el padre, los mayores definitivamente están esperando.
Allí, un pequeño trozo se vinifica en frío para ser “mío” (volveremos sobre eso).
¡Por lo demás, es CAB! No está para saludarte y te olvidas de él, un poco como el destinatario de esta añada.
Así que vamos a intentar vinificar esto con un poco más de calor pero aún aterciopelado...
Entonces, llenamos 2 barricas con uvas y fermentarán en ellas, ¡cocción en cazuela aterciopelada!
El resto primero estará en cubas para controlar mejor la temperatura y luego vendrá envejecido.
No soy muy aficionado a la futaille pero a esta variedad de uva le gusta. Pero no se trata de ofrecerle un jugo de tabla.
Seleccionamos algunas barricas de 2 años, no para encinar sino para redondear los bordes de este potente tinto.
¡Se han traído todas las uvas y solo queda cuidar a estos personitos de la bodega!
Si la Madre Naturaleza quiere que llueva, que se divierta…